La OCU lanza un importante aviso sobre lo que no puedes olvidar si comes lasañas de supermercado

La OCU lanza un importante aviso sobre lo que no puedes olvidar si comes lasañas de supermercado. La lasaña es un plato típico de la cocina italiana que consiste en capas de pasta, salsa de tomate, carne, queso y bechamel. Es un plato muy sabroso y nutritivo, pero también puede contener ingredientes poco saludables o de baja calidad cuando se trata de las que se venden en los supermercados.

Por eso, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado las lasañas que se venden en 10 supermercados y ha lanzado un aviso contundente sobre lo que no puedes olvidar si las consumes.

La OCU lanza aviso si comes lasañas de supermercado

La OCU ha analizado las lasañas refrigeradas desde varios puntos de vista: la composición, el etiquetado, el precio, el sabor y la calidad nutricional. A partir de su análisis ha sacado varias conclusiones importantes con respecto a este tipo de plato preparado que encontramos en todos los supermercados aunque lo esencial de todo es que recomienda que se coman siempre de forma «puntual», dado que prácticamente todas están llenas de aditivos como  «almidón modificado, aromas, dextrosa, lactosa, jarabe de glucosa, colorantes, fosfatos» dado que no deja de ser un alimento con un «alto grado de procesamiento», lo que puede afectar a su valor nutricional y a su seguridad alimentaria.

El análisis de los expertos en cuanto al sabor

El sabor de las lasañas refrigeradas es variable, según la marca y el tipo de lasaña. La OCU ha sometido a una degustación a un panel de expertos cocineros, que han valorado el aspecto, el olor, el sabor y la textura de las lasañas. La lasaña que ha obtenido la mejor nota ha sido la de El Corte Inglés, que ha destacado por su buen relleno en sabor y cantidad y por su buena bechamel. La peor valorada ha sido la de Dia, que ha recibido críticas por su pasta muy gruesa y dura, su poco relleno y muy pastoso y su sabor artificial.

El análisis desde el punto de vista nutricional

En cuanto a la calidad nutricional de las lasañas, teniendo en cuenta su contenido en calorías, grasas, proteínas, hidratos de carbono, fibra, sal, azúcares y aditivos, la OCU ha comprobado que estas lasañas tienen un alto contenido en sal, que supera el 20% de la cantidad diaria recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en una sola ración media que está en torno a los 370 gramos. Además, algunas lasañas tienen un exceso de grasas saturadas, que pueden contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares y al riesgo de obesidad.

Por otro lado, la OCU ha observado que algunas lasañas tienen un bajo contenido en proteínas y en fibra, que son nutrientes esenciales para una dieta equilibrada. En concreto, y si nos fijamos en la proteína, la mayor parte proviene de la carne del relleno con una media de 28 g de proteína por cada porción. Por otro lado, el azúcar debería ser casi inexistente, excepto por el que contiene la salsa de tomate, pero algunos fabricantes exceden y llegan a tener hasta 18 g por porción.

Las mejores y peores lasañas de supermercado según la OCU

Al margen de destacar la mejor y peor en cuanto a sabor para los expertos, el análisis de la OCU se ha centrado en 10 lasañas que fácilmente se encuentran en los supermercados. En concreto 8 son de la propia marca del supermercado: Alcampo, Aldi, Carrefour, Dia, El Corte Inglés, Lidl, Hacendado-Mercadona y Eroski, y las otras 2 son de otras marcas:  Casa Más y Dunany que pueden encontrarse en supermercados como Consum.

La lasaña que ha quedado en primer lugar ha sido la lasaña boloñesa de Mercadona (2,65 euros/envase 350 gramos), que no tiene ni ingredientes industriales, aunque la OCU señala que  podría tener menos sal.

En segunda posición tenemos la lasaña boloñesa de Dunany (2,75 euros/envase de 350 gramos), que destaca por ser la única que emplea mantequilla y apenas lleva ingredientes industriales, aunque tiene también bastante sal y aditivos. Y en tercera posición está la lasaña boloñesa de El Corte Inglés (2,97 euros/envase de 400 gramos), que aunque gana en sabor, tiene demasiada sal y aditivos.

¿Qué recomienda la OCU a los consumidores de lasañas de supermercado?

La OCU no desaconseja el consumo de lasañas refrigeradas, pero sí recomienda que se haga con moderación y que se tenga en cuenta el resto de la dieta del día. Estas son algunas de las recomendaciones que ofrece la OCU:

• Reservar las lasañas refrigeradas para ocasiones puntuales, cuando no se tiene tiempo o ganas de cocinar, y no convertirlas en un hábito diario o semanal. La OCU recuerda que las lasañas caseras son más saludables, más baratas y más personalizables, y que se pueden congelar y calentar cuando se quiera.
• Reducir el consumo de sal el día que se coma una lasaña refrigerada, evitando otros alimentos procesados, embutidos, quesos, snacks, etc. La OCU advierte que el exceso de sal puede provocar hipertensión, retención de líquidos, cálculos renales y otras complicaciones de salud.
• Completar el menú con una ensalada o una fruta, que aporten fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes, y que ayuden a saciar el apetito y a regular el tránsito intestinal. La OCU señala que las lasañas refrigeradas suelen ser pobres en fibra, que es un nutriente que previene el estreñimiento, el colesterol y el cáncer de colon.
• Evitar el consumo de lasañas refrigeradas si se tiene hipertensión, ya que la sal puede agravar esta condición y aumentar el riesgo de sufrir un infarto o un ictus. La OCU sugiere que las personas con hipertensión opten por otras opciones más bajas en sal, como las lasañas caseras o las congeladas, que suelen tener menos sal que las refrigeradas.